¿Qué hace un perito público y cómo puede beneficiar a su empresa?
¿Le ha resultado difícil gestionar las pólizas de seguro de su empresa? ¿Alguna vez ha tenido que presentar una reclamación por su cuenta? Si tiene poco tiempo, se siente abrumado por un siniestro que tiene que reclamar o simplemente no está seguro de los pormenores del trato con su compañía de seguros, debería considerar la posibilidad de contratar a un perito público.
¿Qué es un liquidador público?
Los peritos públicos son profesionales que usted contrata para presentar una reclamación de seguros en su nombre y en el de su empresa. Sin embargo, no trabajan para tu compañía de seguros; son completamente independientes.
Aunque es posible que nunca haya oído hablar de recurrir a un perito público, en realidad cumplen una función muy práctica y conveniente.
Supongamos por un momento que un huracán ha azotado su zona y los daños en su negocio son tales que ha tenido que cerrar por el momento. Mientras trabaja para retirar los escombros y reponer el inventario, también necesita demostrar a su compañía de seguros que ha sufrido la pérdida. Para ello, es necesario conocer la póliza y comprender plenamente cuáles son los daños.
Comprensiblemente, esto es mucho para el dueño de un negocio. Es por eso que para algunos, su primera llamada es a los ajustadores públicos.
¿En qué le puede beneficiar un perito público?
Entonces, ¿contratan los empresarios a los peritos públicos para ahorrar tiempo cuando hay mucho que hacer, como ocurre cuando ocurre una catástrofe? Esa es una de las ventajas, pero la principal razón por la que recurrimos a los peritos públicos es para maximizar la indemnización que obtenemos de nuestra compañía de seguros.
Por eso es preferible recurrir a un perito público que a un perito de su compañía de seguros. Los ajustadores de seguros son pagados por su compañía de seguros, y como tal, los representan. Esto puede significar que tratarán de tomar atajos al evaluar su pérdida.
Un perito público puede evaluar las cosas de forma más objetiva, y también ve los daños de una forma que usted no puede ver. Usted dice «esta pared está dañada por el agua y hay que cambiarla», pero el perito público ve el coste del yeso, los paneles de yeso, los zócalos, la pintura, los enchufes y las molduras.
Los peritos públicos también son expertos en pólizas de seguros. Pueden determinar lo que cubre su póliza, por lo que no tiene que perder tiempo intentando traducir papeles que bien podrían estar escritos en un idioma extranjero.
Mejor aún, un perito público negociará con su compañía de seguros. Si no está seguro de sus conocimientos sobre la póliza, puede ser un poco intimidante asumir esta tarea por sí mismo. Una vez que el perito independiente haya evaluado los daños y su póliza, estará ampliamente preparado para enfrentarse a la compañía de seguros y conseguir lo que le corresponde.
Así que, antes de intentar manejar lo que podría ser una pérdida total por su cuenta, busque un ajustador público. Muchos de ellos trabajan en régimen de contingencia, por lo que cobrarán una vez que la compañía de seguros se haga cargo del siniestro. Al final, contratar a un perito público puede ser la diferencia entre cerrar las puertas para siempre y conseguir la indemnización que haga posible su gran reapertura.