Factores desafiantes que podrían afectar a los futuros empresarios
Todo el mundo sabe que crear y dirigir un negocio propio no es fácil. Sin embargo, los empresarios del mañana van a ser cada vez más cruciales para nuestra cambiante economía, y hay que animarlos. Las lecciones de vida que hay que aprender para sacar adelante un negocio propio no pueden aprenderse demasiado pronto y, de hecho, esas habilidades y destrezas serán útiles en muchos ámbitos de la vida a medida que los jóvenes maduren y se relacionen.
Si tienes una buena idea de negocio y la determinación de llevarla a cabo, no hay razón para no emprender cuando eres joven, incluso cuando todavía estás en el colegio o la universidad. Sin embargo, las cosas no son más fáciles cuando se empieza pronto.
Entonces, ¿cuáles son los retos que deben afrontar los jóvenes empresarios? He aquí cinco de ellos.
1. Los sueños de los adolescentes
Hay una ola creciente de «emprendedores adolescentes» que se registran como directores de su propia empresa, aunque aún no hayan cumplido los veinte años. Hay que aplaudir esta iniciativa y ambición, y son muchas las ventajas de empezar cuando se es joven, pero también hay retos importantes, algunos de los cuales son específicos de la juventud.
Los niños son optimistas y ambiciosos por naturaleza; quieren perseguir sus sueños y aún no se han desanimado por los «duros golpes» que les depara la vida. También se sienten cómodos con el uso de las últimas tecnologías, por lo que muchos emprendedores adolescentes trabajan en el sector digital. Sin embargo, también pueden ser muy susceptibles al desánimo y a las dudas, y los simples contratiempos pueden hacer mella rápidamente en su entusiasmo natural.
2. Dinero
Los adultos suelen decir que los jóvenes no conocen el valor del dinero. No siempre es así, pero sin duda los jóvenes empresarios deben aprender a presupuestar y gestionar el dinero antes de hacer cualquier otra cosa.
Una de las ventajas de emprender un negocio siendo joven es que tienes menos que perder: no tienes deudas, ni hipoteca, ni familia que mantener. De hecho, es de esperar que tu familia te apoye. Pero una gran desventaja es que no tienes capital y no puedes obtener legalmente un préstamo comercial. La solución podría ser buscar esquemas y fondos públicos destinados específicamente a apoyar a los jóvenes empresarios para hacer crecer tu negocio.
3. Presión
Aunque no tengas un trabajo diurno a tiempo completo, lo más probable es que tengas que hacer frente a la escuela o la universidad, y que los deberes, las tareas y las actividades extraescolares te dejen poco tiempo para dedicar a tu negocio. Por eso es muy importante aprender a gestionar el tiempo, así como saber manejar la presión y el estrés.
De todos modos, la ansiedad y la depresión son muy frecuentes entre los adolescentes, y la preocupación asociada a la gestión de un negocio puede provocar y exacerbar esos elementos negativos en su vida.
Es esencial que cualquier problema de salud mental que surja se aborde con rapidez y eficacia para evitar problemas a largo plazo que podrían afectar negativamente a su negocio y, lo que es más importante, a su bienestar.
4. Conexiones
Los jóvenes hablan el mismo idioma y formar un equipo entusiasta y con ganas de conquistar el mundo puede ser una gran ventaja. Trabajar con otros jóvenes significa formar parte de la ola del futuro, pero, a diferencia de los empresarios de más edad, no tendrás una red de contactos empresariales y básicamente empezarás de cero. La juventud también puede dificultar que los clientes te tomen en serio.
Afortunadamente, Internet es un gran nivelador. Es fácil conectar con las personas adecuadas a través de la red, y si tienes una gran idea no sabrán ni les importará tu edad. No te avergüences de ser joven, pero tampoco desprecies la experiencia y los conocimientos de los que son mayores que tú, y aprovecha siempre la oportunidad de aprender de ellos.
5. Madurez
Para ser un joven empresario de éxito, hay que tener una madurez superior a la de los años. Eso significa ser emocionalmente estable y ser capaz de mantener la calma bajo presión. Tendrás que ser elocuente y tener una actitud positiva para resolver los problemas. Trata los contratiempos y los fracasos como oportunidades para aprender y crecer, y sabe cuándo confiar en su propio juicio y cuándo replantearse su enfoque.
La confianza es esencial, pero la arrogancia y la chulería son puntos débiles. Aprende a pensar de forma clara y metódica, y a afrontar los conflictos sin enfadarse ni alterarse.
Para llevar
Quizá el mayor reto para los futuros empresarios sea tener la autodisciplina necesaria para seguir adelante. Además de estudiar y dirigir un negocio, querrás vivir tu vida y divertirte con tus amigos. No caigas en la tentación de descuidar por completo esta faceta de la vida, ya que te perderás valiosas experiencias y el aprendizaje de importantes habilidades sociales, pero no abandones tu aventura empresarial sólo porque te esté costando más de lo previsto.
Al fin y al cabo, ésa es la gran ventaja de empezar de joven: el tiempo está de tu lado.