Cosas que hay que tener en cuenta al crear una empresa en el extranjero
Para un número cada vez mayor de empresarios, la posibilidad de crear un negocio en el extranjero puede ser la oportunidad de su vida. Abandonar el nido para globalizarse supone aprender en un nuevo entorno empresarial y, además, conocer una nueva y hermosa cultura y forma de vida. Una oportunidad como ésta puede resultar especialmente atractiva para los propietarios de startups, ya que se ajusta a un enfoque ambicioso de la futura expansión.
En contra de lo que algunos creen, poner en marcha un negocio en un país extranjero también puede ser una decisión práctica, además de atrevida. Aprovechar el mercado internacional puede prolongar la vida de las ventas de ciertos productos y servicios, contrarrestar el efecto de la sobresaturación en el mercado nacional y posicionar un nuevo negocio para un nivel de crecimiento que no habría logrado si se hubiera quedado en el país. Pero, por supuesto, ninguna oportunidad de este tipo es fácil, y hay que hacer algunos preparativos para que la transición de local a global sea fluida.
Si eres un emprendedor que quiere desarraigarse y montar su propio negocio en el extranjero, ¿qué cosas debes saber de antemano? Aquí tienes una breve lista de consejos que pueden servirte de guía para tus preparativos.
1. Papeleo
Todo el papeleo necesario debe estar en orden. Una vez que haya tomado la decisión de marcharse, planifique todo su papeleo personal. Renueve su pasaporte, solicite el tipo de visado correcto y guarde copias impresas y en papel de todos sus documentos de identidad válidos. Además, es posible que quieras contratar un seguro médico internacional para poder disfrutar de la calidad de la asistencia sanitaria que tenías como empresario local. Completar los trámites para asuntos como estos debería garantizar una navegación sin problemas desde su país de origen hasta su nueva base.
2. Establecer una sede en el extranjero
Hay que planificar la vivienda, el transporte y la situación de vida. Antes de empezar con su nuevo trabajo, sería conveniente tener una idea clara de cómo serán sus condiciones de vida. ¿Cuál será su nueva dirección? Si se va con la familia, ¿se podrá acoger a todos en su nueva residencia? ¿Dónde está la terminal de transporte más cercana y qué medios de transporte utilizará para llegar a su nueva sede? Cuanto más firmes sean sus planes, más fácil será sumergirse en su nuevo trabajo.
3. Red antes de echar raíces
Debería crear su red de negocios incluso antes de partir. Reunir contactos comerciales de confianza es una tarea que puede hacerse mucho antes de la partida.
Elabore un directorio de posibles socios, proveedores, contratadores de personal, proveedores de logística y similares, para que las operaciones puedan comenzar lo antes posible. También es posible que desee encontrar una comunidad de compañeros expatriados para poder mantener una vida social, así como recoger valiosos consejos sobre cómo hacer negocios en el extranjero.
4. Mantener la legalidad
Debe orientarse con las leyes y ordenanzas de su nueva sede. Establecer un nuevo negocio en otro país significa recurrir a los canales legales e institucionales de ese país. Si es necesario, puede solicitar asesoramiento profesional sobre cómo obtener una licencia comercial, cómo pagar los impuestos internacionales y cómo pasar la aduana de la empresa, entre otras cosas.
5. Estudio de mercado
Deberá hacer un buen uso de su investigación de mercado. Después de establecerse, puede concentrarse en impulsar el negocio, y eso significa embarcarse en iniciativas localizadas.
¿Cómo puede su empresa demostrar su relevancia en este nuevo mercado? ¿En qué medida conocerán los habitantes de este país los productos o servicios que usted ofrece? ¿Quién es su competencia directa y cómo puede equipararse a ella? Una vez que usted y su equipo respondan a estas preguntas, estará en camino de lograr el crecimiento que buscaba en este nuevo mercado.
Conclusión
En realidad, montar un negocio en un país extranjero será difícil. Habrá muchos cambios en la rutina que mantenías en casa, y tendrás que hacer malabarismos entre los retos del propio negocio y el choque cultural inicial, la nostalgia o la soledad. Pero descubrirás, como hicieron otros antes que tú, que esta nueva vida también puede ser muy emocionante.
Como se dice, «el mundo es tu ostra», y esto no podría ser más cierto para la generación actual de empresarios con visión de futuro.