Consejos para aprender a hacer presentaciones y superar el miedo a hablar en público
¿Odia la idea de tener que ponerse de pie frente a un grupo de personas? La ansiedad por hablar no es tan inusual como se cree; mucha gente teme la idea de tener que hablar en público. Pero, independientemente de si le han pedido que haga una presentación a un cliente o que pronuncie un discurso en público, es una habilidad que puede y debe aprenderse.
Hoy en día, las habilidades de presentación son necesarias en casi todos los ámbitos empresariales. Ser un orador seguro y un comunicador fácil son requisitos laborales esenciales para cualquier persona con aspiraciones de gestión.
Para inspirar y motivar, los líderes fuertes deben tener un estilo de comunicación atractivo para garantizar que sus mensajes se transmitan de forma eficaz, y hay muchos cursos de liderazgo dedicados en los que se puede aprender lo que se necesita para ser un gran líder en el mundo empresarial actual.
Aquí tienes 6 consejos que te ayudarán a iniciar tu camino para sentirte cómodo en el centro de atención.
1. Asegúrate de estar preparado
Una de las cosas más importantes para sentirse seguro en las presentaciones es saber que se ha preparado a conciencia. ¿Conoce las 7 P? La preparación y la planificación adecuadas evitan una mala actuación. Conozca a fondo su tema para no tropezar con datos y cifras o con preguntas cuya respuesta desconoce.
Cualquier incertidumbre se reflejará en el tono de voz y en la forma de hablar: la preparación es fundamental.
2. La práctica hace la perfección
Una vez que hayas terminado de escribir tu discurso o presentación, dedícate tiempo suficiente a practicar cómo lo vas a pronunciar en público. Compruébelo frente al espejo, grabe su discurso en audio, pida a sus familiares o amigos que actúen como público de conejillo de indias y pídales que le hagan comentarios sinceros y constructivos.
Ten en cuenta todos los comentarios para perfeccionar y mejorar tu actuación, de modo que puedas sentirte lo más seguro posible de que darás una buena imagen ese día.
3. Dar pequeños pasos de bebé
Para empezar, mantén una audiencia reducida cuando desarrolles tus habilidades de presentación. Hablar ante un puñado de personas será mucho menos intimidante que ante un grupo más numeroso. Todo lo que necesitas es una plataforma para sumergirte en el agua y descubrir que hablar en público no es algo tan aterrador después de todo.
Practica con tus amigos y colegas y haz que tu discurso sea breve. Al principio, unos minutos te parecerán una eternidad, pero cuanto más practiques, antes te familiarizarás y se te pasarán los nervios.
4. Cuida tu lenguaje corporal
¿Sabía que más de la mitad de los mensajes que enviamos son a través de la comunicación no verbal? Asegúrate de que tus expresiones faciales y tu lenguaje corporal están en sintonía con lo que estás diciendo. Sonríe cuando digas algo divertido y muestra empatía en el momento adecuado. Si te ríes nerviosamente en un punto serio, estarás enviando mensajes contradictorios y parecerás menos creíble. Mantén siempre el contacto visual con tu público y hazte dueño del escenario.
5. Utilizar herramientas de participación del público
La capacidad de atención es algo inconstante, así que ¿qué puede hacer para mantener a su público concentrado durante toda su presentación? Utiliza algunos de los trucos empleados por los oradores profesionales más experimentados e incorpora elementos visuales interesantes o utiliza herramientas interactivas para mantener la atención de la gente.
Las ayudas visuales, como las diapositivas de PowerPoint, el atrezzo o incluso el humilde rotafolio, ayudan a informar al público, mientras que los métodos de participación interactiva, como las sesiones de preguntas y respuestas o los sistemas de respuesta del público, hacen que todos se sientan más involucrados.
6. Familiarizarse con la tecnología
Por último, aunque hayas hecho todo lo posible para realizar una presentación excelente, hay cosas que escapan a tu control y que pueden salir mal. En lo que respecta a la tecnología, asegúrate de llegar a la reunión con antelación para probar el equipo audiovisual, la conexión WiFi y tu propio portátil (o el que te proporcionen).
Si alguno de los equipos audiovisuales o informáticos te falla, no te asustes. Ten preparado un plan de reserva al que puedas recurrir. Lleva folletos impresos y prepárate para improvisar utilizando pizarras blancas o rotafolios si es necesario.