¿Tienes lo que hay que tener para ser autónomo?
Imagina un lugar de trabajo en el que eres tu propio jefe y tienes vía libre para dirigir tu propio negocio. Suena prometedor, ¿verdad? Pues puede serlo, si vas por el buen camino. De todos modos, no tienes otra opción, con la deslucida economía que podría durar una década, incluso más.
Ya sea por elección o por las circunstancias, convertirse en autónomo significa asumir la mayor parte de la responsabilidad y que el éxito o el fracaso recaiga enteramente sobre sus hombros.
En efecto, crear una empresa desde cero no es para todo el mundo. La transición de empleado dependiente a propietario de un negocio autosuficiente está plagada de retos y complicaciones que pondrán a prueba tu paciencia y compromiso. Si no los tienes, siento decirlo, pero buscar otro trabajo es probablemente la mejor ruta para ti.
Si realmente quieres saber si estás hecho para ser el jefe de tu propia empresa, esta lista de comprobación te ayudará a hacerlo.
1. ¿Es usted flexible?
Si estás acostumbrado a un trabajo de 8 horas en el que haces lo mismo todos los días, prepárate para un gran cambio de estilo de vida. Ser autónomo significa que asumirá más obligaciones, ya que se ocupará de todos los aspectos de las finanzas, las operaciones, las ventas y el marketing. Sin nadie más a quien culpar, sólo puedes confiar en ti mismo.
Se acabaron los días estructurados en los que uno tiene su horario establecido. Como propietario de un negocio, siempre estás de guardia. Es de esperar que haya muchas horas de trabajo y horas extras no pagadas durante el tedioso proceso de poner en marcha tu propio negocio.
2. ¿Es usted un motivador?
Ser autónomo significa que tienes que aprender a ser un líder. En lugar de recibir instrucciones, serás tú quien delegue y dirija a la gente. Por eso tienes que aprender los trucos para convertirte en un motivador inspirador.
Tenga siempre presente que la fuerza de su empresa se basa en un esfuerzo de colaboración entre usted y sus empleados. Cuanto más pueda inspirarles para que sigan siendo productivos, más posibilidades tendrá su empresa de mantenerse a flote.
3. ¿Sabe detectar las oportunidades adecuadas?
Cuando uno dirige su propio programa, tiene que crear oportunidades para su empresa. Además de gestionar y supervisar las operaciones diarias y el crecimiento de tu negocio, siempre tienes que estar atento a posibles empresas, asociaciones y acuerdos que puedan ayudarte a obtener ingresos para expandirte.
Alinearse con su sector y establecer una red de contactos con clientes potenciales son sólo ejemplos de cómo puede hacer que las cosas funcionen a su favor.
4. ¿Estás siempre preparado?
Dirigir una empresa significa que hay que estar preparado para cualquier cosa que se le presente. Tanto si se trata de un buen negocio como de una situación de crisis, tienes que aprender a tomar el control. Crea posibles escenarios de cosas que podrían ir por mal camino y crea un plan de acción sobre cómo abordar estas situaciones.
Si has respondido afirmativamente a estas preguntas, entonces estás en el buen camino y, con la pasión y el empuje adecuados para triunfar, puedes mirar hacia un futuro interesante y rentable.